Estas magdalenas las hice hace más de un año (por supuesto, nos las comimos por aquel entonces) en uno de mis intentos porque la masa me subiera. Resulta que la masa no subía porque, como descubrí más tarde, usaba solo la parte del bicarbonato de las gaseosas. Las gaseosas que vienen en dos paquetitos contiguos, uno blanco y el otro azul, son fantásticas para hacer magdalenas, si echas las dos partes, claro. El problema fue que yo, al ver que la receta decía solo "bicarbonato", echaba el paquetito del bicarbonato y reservaba el paquetito del acidulante. Pues no, había que echar los dos. Gracias a este descubrimiento ahora las magdalenas me salen mucho mejor (o por lo menos suben en vez de bajar). Os dejo las imágenes. A propósito, las decoré con un glaseado de mantequilla azul, chocolate en bolitas y en fideos y frutos rojos. Después de todo, no salieron tan mal.
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| Esta fue una de las rezagadas que además se quiso escapar. No lo consiguió y se quedó así, a mitad de camino. |
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