19 de junio de 2012

¡Solo quedan dos exámenes!

A dos exámenes de la libertad... 

Sí, queridos seguidores, estamos en la recta final y ya queda menos... :)

Bueno, como para mí lo peor ya ha pasado (y para Ancor también ^^) me he puesto a cocinar un par de cosillas... Y me he puesto, al fin, a publicarlas en el blog. Aquí os enseño unas breves instantáneas de las tartas de cumpleaños de Nuria (que celebramos hace mucho) y de Yoha (que celebramos no hace tanto).


Aquí está el de Nuria:
Aquí no se aprecia mucho, pero parecía una carabana

Como no teníamos mucho tiempo, le pedimos a mi madre que fuese haciendo el bizcocho con la Receta Secreta de Bizcocho de Chocolate de la familia. Después, partimos el bizcocho en dos capas y le pusimos sirope de fresa en el centro. Para darle una forma redondeada (aprovechando el cráter que se le había hecho al bizcocho, el cual había sido horneado en un molde tipo tarrina alargada) "lijamos" la superficie con un cuchillo y procedimos a su decoración. Y aquí se puede ver el arte decorativo de Ancor, el cual hizo las letras del nombre de Nuria al estilo Hawaiano, les añadió unas florecillas chulísimas y por último lo engalanó con una girnalda de lágrimas, perlitas y flores. ¡Y todo modelado a mano con fondant! Eso sí, la pasta de azúcar era blanca y la tinté yo con colorante rojo en pasta. Se me quedaron unas manos que parecía que había asesinado a alguien a sangre fría. ¡Y el tinte no se fue hasta un día después!



Y aquí está el de Yoha:
El diseño era el de un gatito totalmente Kawaii

Con tres pisos de bizcocho de colores diferentes
La tarta de Yoha nos dio más problemas. Primero hicimos tres bizcochos de distintos tonos de color azul. Usé una receta de madalenas de toda la vida y coloreé los diferentes bizcochos con colorante azul en polvo y un poco de colorante blanco líquido especial para quitar el tono amarillento de buttercreams y bizcochos. Después hice una buena cantidad de crema de mantequilla (buttercream) y le eché un chorrillo de colorante blanco. El montaje fue un poco catastrófico. Pusimos una capa de crema entre cada bizcocho y con el resto forramos el exterior de la tarta. Y aquí cometí el error de no meterla primero en la nevera, ya que el bizcocho estaba un poco caliente y la crema empezó a disgregarse en sus diferentes componentes... Pero al final se pudo solucionar y Ancor realizó la complicada tarea de forrar la tarta con el fondant (fue realmente costoso ya que el fondant que compramos era un poco pegajosillo). Finalmente, Ancor disimuló el final del fondant con una cinta hecha con el mismo y, con dos triángulos de fondant para las orejitas y la ayuda de un rotulador comestible negro para la cara, ya estaba la tarta completada.

Espero que os haya gustado. En cuanto pueda editaré esta entrada con los diseños que hice para esta última tarta.

¡No os olvidéis de comentar!

Con cariño,

Ana


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