Galletas de mantequilla rellenas de mermelada de fresa

Menudo título más laaaargo. Pero bueno, es para compensar lo rápido que voy a explicar esta receta, porque estás galletas son súper fáciles de hacer.

Son simples galletas de mantequilla con extracto de vainilla rellenas de mermelada de fresa y espolvoreadas con azúcar glass. Ya está. È tutto quello che. That's all. C'est fini. No hi ha més.

 Así que nada, aquí tenéis la receta, que es, nada más y nada menos que la de Bea Roque, de El Rincón de Bea. Todos los secretos de la elaboración de galletas de mantequilla para decorar, los sabe ella (de hecho, estoy segura de que es la descubridora de la mayoría de ellos).

Yo le pongo a la receta un poco menos de azúcar, pero bueno, eso es cuestión de gustos. Yo lo hago sobre todo porque luego rellenaré las galletas con la mermelada y las cubriré con azúcar glass, así que prefiero que las galletas no estén muy dulces. Podéis añadirle extracto o aroma de fresa a la masa de las galletas, pero yo he preferido que la masa sepa a vainilla, para hacer contraste entre sabores ácidos y dulces.

La mermelada de fresa la he comprado, y podéis usar la de la fruta que queráis, por supuesto (cuanto más gelatinosa, mejor, eso sí).

Procurad que las galletas sean un poco más gruesas de lo que las he hecho yo, porque se os pueden romper con facilidad (sí, me ocurrió más veces de lo que quería, pero estaban igual de buenas).

Procurad también consumirlas lo antes posible una vez les pongáis la mermelada, porque se humedecen.

Si les ponéis la mermelada antes de hornearlas, no ocurrirá esto. Tendréis las galletas típicas suizas (cuyo nombre no recuerdo, vaya) con la mermelada más compacta y caramelizada. De esta forma aguantan mucho más porque la mermelada ya habrá perdido la humedad en el horno.

Para montar las galletas, espolvorear primero las tapas superiores, antes de rellenar y cubrir las galletas. Parece una tontería, pero me di cuenta en el último momento de que sería una buena estrategia. Si las espolvoreáis al final, le estaréis añadiendo azúcar a la mermelada. Simplemente tened cuidado al montarlas de que no se queden los dedos marcados en el azúcar glass y ya está.

Espero que os gusten. Están de muerte. Sobre todo para los que no nos gusta la mantequilla, ya que la mermelada adquiere todo el protagonismo.

Con cariño,

Ana

P.D.: Sí, ya sé que lo de la foto son cerezas. ¿Pero a qué salen súper favorecidas?